En su edición de febrero 2021 (Vol. 397) La prestigiada revista The Lancet a través de la publicación de obituario honra la memoria de un hombre ejemplar: Tabaré Vázquez Expresidente de Uruguay y oncólogo.
Oncologia.mx.- Nacido el 17 de enero de 1940 en Montevideo, Uruguay, murió de cáncer de pulmón en su lugar de origen el 6 de diciembre de 2020, a los 80 años.
Tabaré Vázquez obtuvo muchas victorias a lo largo de su vida, incluida la elección en dos ocasiones de presidente de Uruguay. Pero para el oncólogo convertido en político, uno de sus triunfos más importantes fue la salud pública.
En 2006, durante su primer mandato presidencial, Vázquez encabezó la iniciativa de Uruguay para convertirse en el primer país de la región en prohibir fumar en lugares cerrados y lugares de trabajo y luego supervisó la introducción de nuevas y estrictas regulaciones para el empaquetado de tabaco, incluidas advertencias sanitarias gráficas.
En respuesta, el gigante tabacalero Philip Morris presentó una demanda de 25 millones de dólares contra Uruguay en 2010. “Fue muy arriesgado para Uruguay”, dijo Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica.
“El monto del reclamo de Philip Morris realmente podría llevar a Uruguay a la bancarrota. Para una economía pequeña, fue una cantidad terrible”.
En julio de 2016, un tribunal de arbitraje del Banco Mundial desestimó la demanda. “Los intentos de las tabacaleras han sido rotundamente rechazados”, dijo Vázquez tras la decisión.
“No es aceptable priorizar las consideraciones comerciales so- bre el derecho fundamental a la salud y la vida”.
Aunque Vázquez posicionó la decisión como “un logro de todos, de toda la sociedad uruguaya, él fue el verdadero líder de este empeño”, dijo Cazap.
Álvaro Luongo, director del Instituto Nacional del Cáncer de Uruguay en Montevideo, describió el trabajo pionero de Vázquez en el control del tabaco como un logro significativo en una carrera notable. “Ha dejado un legado muy sólido en el campo de la medicina, en la política y en nuestra cultura en su conjunto, pero sobre todo es un ejemplo de cómo comportarse como humano”, dijo Luongo.
Vázquez estudió Medicina en la Universidad de la República de Montevideo, donde se graduó en 1969. Sus estudios incluyeron la formación en hospitales públicos. En una entrevista de 2017 dijo que la experiencia “me llevó a la práctica de la salud pública y, más tarde, a una política de salud pública que se esfuerza por mejorar la calidad de la atención médica y la calidad de vida de los pacientes “. Luego se especializó en oncología, eligiendo el campo en parte después de perder a una hermana y a ambos padres a causa del cáncer en la década de 1960.
Construyó su reputación como médico, estableció una clínica en una de las comunidades desatendidas de Montevideo y escaló en las filas de las instituciones médicas del país. Eso incluyó ser nombrado jefe de los servicios de radioterapia del Instituto Nacional de Oncología del Ministerio de Salud Pública en 1981 y 4 años más tarde Director de Servicios de Radioterapia del Departamento de Oncología de la Universidad de la República. También se desempeñó como profesor de oncología en la universidad.
Diego Touya, Jefe de Servicios de Oncología y Director del Laboratorio de Oncología Molecular del Hospital Maciel de Monte- video, conoció a Vázquez como estudiante de oncología. “Era un profesor de gran calidad y sencillez para traducir conocimientos y experiencias en oncología”, recordó Touya.
Cazap, quien conoció a Vázquez en 1985, recuerda “a un médico joven, pero también a un joven que lucha por los derechos huma- nos y beneficios políticos para el país”. Sin embargo, su decisión de entrar en política tomó por sorpresa a sus amigos médicos.
Aunque se había involucrado en la política de izquier- da, “no había sido un militante político, ni tenía ante- cedentes políticos, al menos no que fuera visible para nosotros. Pero su camino político se volvió tan claro para él como su elección médica”, dijo Luongo.
Elegido alcalde de Montevideo en 1989 en una re- cesión económica, Vázquez supervisó un esfuerzo para descentralizar el sistema de salud de la ciudad y presionó por los beneficios de alimentos, transporte y vivienda. Después de dos posturas fallidas a la presidencia como candidato de la coalición política Frente Amplio, su eventual victoria en 2004 puso fin a más de un siglo de gobierno conservador en el país.
La atención médica fue una prioridad durante sus dos manda- tos presidenciales no consecutivos, el último de los cuales ter- minó en marzo de 2020. Su lucha por el control del tabaco con- tribuyó a una disminución relativa del 13% en el tabaquismo de adultos entre 2009 y 2017 en Uruguay, ya que también impulsó al país a lograr la cobertura universal de salud, con especial énfasis en la atención primaria de salud y la prevención de enfermedades no transmisibles.
En su primer mandato, vetó una ley que habría despenalizado el aborto. “Fue una pieza clave para hacer un sistema de salud integral en el que los uruguayos de todos los niveles de ingresos tengan acceso a los mismos tratamientos, ya sean simples o sofisticados”, dijo Luongo.
Después de renunciar a la oficina y a pesar de su diagnóstico de cáncer de pulmón, Vázquez continuó enfocándose en mejorar la política de atención médica, incluida la colaboración en un docu- mento sobre el manejo del cáncer cuando la región emergió de la pandemia de Covid-19 que finalizó justo antes de su muerte.
Recibió muchos premios a lo largo de su carrera, incluido el haber sido nombrado Héroe de la Salud Pública de las Américas por la Organización Panamericana de la Salud y la OMS. A Vázquez, cuya esposa murió en 2019, le sobreviven sus cuatro hijos y nueve nietos.