Con autorización expresa de su autor nos permitimos reproducir a continuación el texto: “Desafíos en el suministro de productos farmacéuticos y vacunas” aparecido en forma original en la revista de negocios MexicoBussines.news Challenges in the supply of pharmaceutical goods and vaccines firmada por Rafael Gual como colaborador experto
Desafíos en el suministro de productos farmacéuticos y vacunas
Por Rafael Gual
No es de extrañar que uno de los temas actuales más urgentes sea la posibilidad de tener una vacuna ampliamente disponible para la población. Afortunadamente, los esfuerzos colaborativos de la industria farmacéutica han dado sus frutos, y ahora sabemos que ya existen diferentes vacunas en el mundo que permitirán a la humanidad obtener inmunidad frente a la enfermedad provocada por el virus SARS COV 2-2019.
Las preguntas que quedan por responder son si tendremos suficientes dosis de vacuna en cantidad suficiente y, lo que es más importante, de manera oportuna. Hay una serie de factores que inciden directamente en estos dos temas. Analicemos los tres principales.
En primer lugar, los permisos sanitarios que poseen los fabricantes de las vacunas existentes en el mundo son autorizaciones de emergencia, que impiden que estas empresas asignen sus vacunas a entidades privadas, ya que son solo para uso exclusivo de los gobiernos en campañas de vacunación.
En segundo lugar, ante una demanda exorbitante de estos bienes, no hay capacidad suficiente para producir vacunas más allá de los compromisos que ya existen con los gobiernos, al menos durante este año.
En tercer lugar, las vacunas se distribuirán en todo el mundo respetando el orden en que fueron adquiridas por los diferentes países, lo que significa que, si no se adquirió la vacuna, el país tendrá que esperar su turno para recibirla. Esto no es acaparamiento; es una cuestión de visión.
Es, por tanto, una falacia pensar que cualquier entidad que no sea el gobierno podrá adquirir vacunas para la venta en el sector privado, al menos durante este año.
Por otro lado, el estado del proceso de licitación realizado por UNOPS para la adquisición de insumos de salud no parece prometedor. Las licitaciones se llevaron a cabo con retraso y los resultados hasta la fecha dejan mucho que desear. Han pasado los dos primeros meses del año y aún no se han firmado más del 50 por ciento de los contratos de las licitaciones de productos patentados y de suministro crítico del primer trimestre, lo que ha comprometido el suministro.
Además, el proceso de adquisición de los restantes 1.183 productos farmacéuticos se llevó a cabo solo en febrero. Los resultados se esperan para finales de marzo, con posibles retrasos, que comprometerían el suministro para los meses de mayo y junio. Sin embargo, es importante señalar que las empresas mexicanas cotizaron cerca del 80 por ciento de la demanda en la convocatoria inicial, por lo que junto a los productos que no tuvieron cotización y que alcanzaron el 12 por ciento, es previsible que la asignación de los pedidos a la industria farmacéutica establecida en México superará el 94 por ciento. En efecto, nuestro país cuenta con una industria farmacéutica consolidada y competitiva a nivel internacional y, sin embargo, si no se cuenta con una planificación adecuada, como ha sido el caso desde las licitaciones de 2019, esto no es suficiente para un suministro oportuno.
El rol de UNOPS en la adquisición de medicamentos “concluye” en el momento de la entrega de la mercadería en los lugares designados para tal fin, siendo el INSABI a cargo del proceso a partir de ese momento. Incluso en el caso de productos provenientes del exterior, los trámites de importación serán responsabilidad de INSABI.
Lamentablemente, la distribución ha sido uno de los problemas más graves que ha sufrido el sistema y que ha persistido durante los dos últimos años. Actualmente, solo dos de las 11 ubicaciones designadas para la entrega de productos en el área metropolitana de la Ciudad de México están operando. Es por ello que en la actualidad las entregas de los primeros productos están experimentando retrasos no imputables a los fabricantes, situación que se agravará a medida que se entreguen un mayor número de artículos.
Un segundo cuello de botella, quizás más preocupante, es la designación de la empresa estatal BIRMEX para supervisar la distribución de todos los consumibles. Paradójicamente, seis proveedores especializados fueron vetados por supuestamente constituir un oligopolio, que en teoría era sinónimo de corrupción (aunque no hay una sola demanda en el caso), para crear una empresa que ahora desempeñará la función de manera monopólica. Este solo hecho y la inexperiencia de la empresa en estas funciones son motivos suficientes para dudar de su capacidad para entregar los productos farmacéuticos e insumos sanitarios necesarios en todos los rincones de nuestro país, especialmente porque los medicamentos requieren condiciones especiales de manipulación, muchos de ellos en cadena de frío. Además de estos gravísimos temas, la distribución de vacunas también recaerá en esta empresa, lo que parece una tarea titánica si tenemos en cuenta las funciones que solía desempeñar en este campo.
Por último, uno de los temas de mayor conflicto para la industria en su conjunto fue la función reguladora de nuestra autoridad, que a pesar de impactar casi el 12 por ciento del Producto Interno Bruto, presentó un atraso de trámites nunca antes visto. Sin embargo, los cambios recientes en esta área fundamental de la actividad industrial revelan una nueva mentalidad y un espíritu emprendedor que bien pueden producir logros inmediatos. Mucho de esto dependerá de una comunicación abierta y oportuna con los regulados, tema pendiente en los últimos dos años, pero con este reconocimiento se puede ver la experiencia y capacidad de una industria que ha luchado y seguirá luchando por México. Puede que haya una luz al final del túnel.
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