Grupo Expansión Summit reunió a los principales líderes de la comunidad política, financiera, del sector público y de salud en el encuentro virtual: Una nueva hoja de ruta, con el objetivo de conocer sus aportaciones ante la pandemia ocasionada por COVID-19.
De acuerdo con Alejandro Paolini, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), el rol de los dispositivos médicos durante la crisis ha sido de vital importancia, por ello, se plantea encontrar soluciones efectivas para aumentar el acceso a los mismos sin descuidar la transparencia en el sistema de salud público y privado.
“En primer lugar destaco el esfuerzo del AMID por cumplir con la demanda a nivel mundial. Respondimos en tiempo y forma gracias a un trabajo sin precedentes de todas las empresas que forman parte de la asociación, por ello, parte de nuestro lema es que para mejorar la salud de las personas se necesita de una colaboración estrecha entre todos los actores y de un intercambio de conocimiento marcado por un espíritu de solidaridad colectiva”.
Así, el gran desafío que enfrenta la salud en post pandemia es mantener la colaboración, no solo en este tema, sino en todos los sectores de la economía mundial. Esto se refleja “en el gran rezago que hay en México en cuanto al acceso a dispositivos médicos, aun cuando la mayoría de ellos se producen en el país. Somos el octavo exportador a nivel mundial, el primero en Latinoamérica y Estados Unidos”.
Esta contradicción es el tema más preocupante, “para colaborar con esto, en AMID tratamos de impulsar el acceso a modelos innovadores de adquisición. Pero, el avance en el sector público es lento porque es difícil adaptar esos modelos a las leyes de adquisiciones públicas”. Para lograr la meta expresó la necesidad de contar con un marco regulatorio eficiente como lo es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Por su parte, Constanza Losada, presidenta y directora general de Pfizer México, expresó la importancia de proteger a su equipo de trabajo y colaboradores, “cuidarlos también es una forma de proteger a la gente que está recibiendo tratamientos gracias a Pfizer”. Otras medidas de la empresa para enfrentar la crisis sanitaria fue realizar donaciones económicas en especie, así como la mejora de un programa de servicio médico que Pfizer hizo en colaboración con Centro Banamex, con el objetivo de atender al mayor número de pacientes con COVID-19.
Para ella, la colaboración también es una de las lecciones más importantes que ha dejado la pandemia. “En Pfizer ya trabajábamos con este valor mucho antes de la pandemia, así pudimos estar mucho más preparados para desarrollar la vacuna en conjunto con BioNTech. Aunque también establecimos acuerdos con otras empresas para conseguir más dosis y, así poder distribuirlas a más personas en el mundo.”
Sin embargo, “la colaboración no solo debe de ser entre empresas sino con gobiernos, investigadores y demás actores en el sector. Hoy más que nunca necesitamos una cooperación internacional para que nadie se quede atrás en la crisis”, es decir, no hay que “dejar de atender otros padecimientos que son fundamentales como lo es la salud mental, salud sexual,” entre otros.
Para lograrlo, “hemos realizado campañas como Cita contra el cáncer y Vacunas al día, esta última para remarcar la importancia que tiene contar con la Cartilla Nacional de la Vacunación completa, pues en Pfizer estamos convencidos de que sin salud no hay desarrollo ni bienestar social. Por ello, el objetivo de la empresa para 2020 es traer 25 nuevas terapias a México”
Además, resaltó que los “grupos vulnerables han sufrido aún más los efectos de la pandemia. Con eso en mente, una de nuestras principales estrategias es generar ciencia de primer nivel y distribuirla a esos pacientes lo antes posible.” Con estas prácticas se evidencia la combinación de enfoques filantrópicos y empresariales que caracterizan a Pfizer, pues su principal meta es fomentar el acceso oportuno a sus productos y medicamentos.
Eduardo Gonzales-Pier, socio fundador de Blutitude, empresa formada por economistas dedicados al área de la salud, reflexionó sobre el fracaso que México tuvo frente a la pandemia, pues estadísticamente los casos de defunción son muy altos. Coincidió con Losada y Paolini sobre la importancia de mantener la colaboración, fomentar la tecnología y la ciencia, además de fomentar la vacunación para enfrentar futuras crisis, pues “esta no será la última pandemia”.
En el área de las aseguradoras, Sofía Belmar, la presidenta de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), resaltó la vitalidad que tuvieron los planes de seguro para diversas familias y la reducción de gastos que se logró gracias a estos recursos financieros.
Pese a esto, existe una “brecha de penetración de seguros en la población pues solo 1.32 % de la población cuenta con un seguro privado de salud, a pesar de que el costo promedio de la atención médica asciende a medio millón de pesos por caso de COVID-19 en la actualidad”.
8 de cada 10 mexicanos tienen acceso a un servicio de salud público, de acuerdo con Belmar. Sin embargo, 40% de la población prefiere atenderse en el sector privado, aunque esta decisión impacta fuertemente a su economía. “Lo hacen porque no piensan que estén recibiendo la atención medica que esperan o simplemente porque no la reciben”.
Para solventar esta brecha, Sofía Belmar propone alentar la transparencia en los costos de los tratamientos y procedimientos médicos con el fin de “tener claridad en la relación calidad-precio de los servicios que se ofrecen para que los pacientes puedan comparar y elegir el que más les convenga o el que más se ajuste a sus necesidades.”